Capturar lo cotidiano con una chispa de magia, encontrar belleza en los detalles más simples y contar historias que se sienten reales… eso es lo que más me mueve detrás de la cámara. Me encanta construir imágenes que no parezcan forzadas, que respiren, que conecten.
¿Qué es la fotografía lifestyle?
Es la fotografía que cuenta algo.
No se trata de encuadrar sonrisas perfectas, sino de capturar momentos reales: miradas, gestos, pausas. Es un estilo que mezcla lo documental con lo estético y que pone a las personas u objetos en el centro.
Se usa mucho en campañas de marcas, retratos personales, editoriales y contenido visual que busca transmitir cercanía, estilo de vida o identidad.
La clave del lifestyle está en lo invisible: la naturalidad, el contexto, el instante.
Una buena foto lifestyle parece capturada al vuelo, aunque detrás haya dirección, luz y composición pensadas con detalle. Porque no se trata de improvisar, sino de crear imágenes vivas.
Grandes referentes como Annie Leibovitz, aunque más conocida por sus retratos editoriales, han sabido capturar momentos que parecen extraídos de una película.
O fotógrafas como Caroline Ingram o Ana Cuba, que han desarrollado un estilo visual fresco, luminoso y emocional, donde las imágenes respiran tiempo y tacto.
Lo lifestyle no es una tendencia: es una forma de mirar.
Una cámara que acompaña en vez de dirigir. Una estética honesta que no necesita decorado excesivo para conmover.
MI TOP 4 de fotografía lifestyle:
1. Petra Collins
Con su estética onírica, íntima y adolescente, Petra transforma escenas cotidianas en imágenes cargadas de emoción y subtexto.
2. Ana Cuba
Colores suaves, composición limpia y una sensibilidad especial para retratar espacios y personas sin caer en el cliché.
3. Theo Gosselin
Sus imágenes parecen sacadas de un diario de viaje eterno. Juventud, amistad, libertad: todo contado con luz natural y cámara en mano.
4. Jamie Beck
Más orientada al lifestyle editorial, sus fotos parecen postales de una vida soñada, donde cada detalle cuenta. Una mirada pausada, estética y profundamente sensible.